Te invitamos a leer este artículo con información clave sobre las instalaciones industriales y las recomendaciones expertas a tener en cuenta antes de solicitarla.
Las instalaciones industriales son el conjunto de aparatos, equipos, elementos y componentes asociados a las actividades dirigidas a la obtención, reparación, mantenimiento, transformación o reutilización de productos industriales, el envasado y el embalaje, así como el aprovechamiento, la recuperación y la eliminación de desechos o subproductos, cualquiera que sea la naturaleza de los recursos y procesos técnicos utilizados. También tendrán la consideración de instalaciones industriales el conjunto de elementos y equipos que tengan por objeto generar, transportar, almacenar, distribuir y utilizar la energía en todas sus formas.
En esta definición simple también se incluye a los medios que se requieren para hacer uso de la nave o maquinaria, de modo que se garantice la seguridad y optimización del trabajo que acontece en el lugar.
En definitiva, la definición de instalaciones industriales tiende a englobar una gran cantidad de factores diversos que se relacionan tanto a la infraestructura como a aquellos elementos que constituyen el sitio de fabricación y su proceso.
Debido a que las instalaciones industriales constituyen el conjunto de medios necesarios para el desarrollo de los procesos de fabricación, el mayor objetivo es que dicho conjunto lleve a la adecuación, mejora y seguridad del inmueble fabril para que todo el funcionamiento sea correcto y seguro.
De esta manera, todos los elementos constitutivos de estas instalaciones deben contemplarse como baluartes esenciales que garantizan la seguridad y funcionalidad adecuada.
Existen diferentes tipos de instalaciones industriales cuyos objetivos o metas dentro de una fábrica o empresa son sumamente importantes.
Podemos destacar las instalaciones de almacenamiento, de distribución de gases, de electricidad, de climatización, instalaciones hídricas, instalaciones de protección y seguridad, instalaciones de saneamiento, etc.
Cada una de ellas han de ser cuidadosamente planificadas por una empresa o profesional competente ya que así se evitarán accidentes, pérdidas o incluso grandes costes económicos.
Un ejemplo claro es la infraestructura eléctrica que, si no se planifica adecuadamente, puede provocar una baja económica importante en el espacio fabril debido a los altos costes eléctricos que se deberán soportar.
Otro ejemplo son las infraestructuras hidráulicas, cuyas redes de agua deben revisarse parte por parte para garantizar un buen funcionamiento.
Para que las instalaciones industriales actúen de manera optimizada y eficiente, las empresas que las solicitan deben considerar algunos aspectos principales como la localización geográfica de la nave, los medios de comunicación disponibles y la distribución de dichos montajes industriales.
Estos 3 puntos son fundamentales porque al ser planificados previamente a las instalaciones, se evitan problemas como la acumulación de stock, trayectos de transporte demasiado largos e ineficientes, sobrecargas en los sistemas, repercusiones negativas en los costes, baja productividad, etcétera.
Al momento de solicitar instalaciones industriales, será necesario contemplar los tres factores desarrollados anteriormente y sumar las exigencias en materia normativa y regulatoria.
Se trata de exigencias relevantes que motivan a las empresas a impulsar y adoptar internamente prácticas y estrategias sostenibles que tienden a reducir significativamente el impacto en el medio ambiente.
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